El movimiento pendular y su aplicación

Péndulo Newton
Péndulo Newton
Péndulo Newton
Péndulo Newton

Ayer recibí una carta escrita a mano. Os puede parecer una soberana tontería. Pero el escaso correo que no recibo en mi bandeja, es impreso. Y podrá pareceros también una tontería que me alegrase el día; no el contenido, sino el evento. Es ahí donde volví a recordar la importancia del movimiento pendular, no sólo en nuestras vidas, sino también en el ámbito profesional.

Existe un movimiento pendular claramente definido en muchos de los sectores de la sociedad, como por ejemplo, la moda. De los zapatos de punta redonda pasamos a los de punta, y de vuelta a los de punta redonda. Y sucesivamente con otros accesorios.

La dictadura es seguida por la democracia, la represión por al revolución, y vuelta. Es un movimiento pendular, y cíclico.

El movimiento pendular en el ámbito profesional

Este tipo de principios no se aplican únicamente a nuestra vida diaria, ni únicamente a una sola escala.
Recordemos, por ejemplo, la evolución del modelo de mercado en los últimos años. Hemos pasado de la atención completamente personalizada, en la que el cliente dependía del dependiente del ultramarinos, a buscar la eficiencia, la rapidez, el automatismo.

Y es ahora, años después, cuando la gente, cansada del exceso de automatismo que muestra que el péndulo ha hecho tope, busca de nuevo una atención personal, humana.

Podemos ver el mismo efecto en las redes sociales. La era del anonimato en internet ha pasado (o está terminando de pasar) página con redes sociales como Facebook o Google Plus. Ya no somos Mazzinger12Z en Internet, ahora tenemos nombre y apellidos.

Aprovechando el movimiento

Los investigadores de tendencias conocen bien este proceso, sobre todo utilizado en el ámbito de la moda. Y lo aprovechan.
El éxito de investigar las necesidades del consumidor no siempre está en preguntarle lo que busca (¡muchos de nosotros no sabemos lo que queremos!), está en adelantarse a lo que va a buscar. No en vano, decimos que es importante mirar por encima de nuestro hombro para continuar adelante.
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  • Debemos saber delinear el movimiento pendular en nuestro microentorno y macroentorno (en ocasiones algo que aún no ha llegado a nosotros está a punto de hacerlo y podemos estimarlo mirando alrededor)
  • Debemos de identificar su opuesto, sin confusión: Hubiese sido un gran error suponer que lo contrario a la eficiencia y rapidez de las grandes superficies es ineficiencia y lentitud (aunque viendo a algun@s, para que sí se ha llegado a esa conclusión)
  • Debemos dejar que el movimiento pendular comienza a bajar y, cuando se encuentre en medio, darle el empujón para que llegue al otro extremos.
  • Debemos de trabajar en el siguiente impulso contrario mientras sube, y a al mismo tiempo, debemos seguir dando empujones para que siga elevándose.
  • Debemos ser EXCESIVAMENTE precavidos con el péndulo: El movimiento pendular en pequeñas cosas, es bueno, implica dinamismo. En grandes aspectos es bueno, siempre y cuando suceda cada un cómodo intervalo de tiempo. Si no es así, algo estamos haciendo mal, y el cliente puede acabar confuso ante tanto cambio y rechazarnos.

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Supongo que, lo mejor de esto, es que este principio es aplicable en cualquier aspecto de nuestras vidas. Ahora, he de dejaros, tengo una carta que escribir, y ¡creo que se me ha olvidado escribir a mano!

No olvidéis dejar vuestros comentarios, y seguirme en Twitter y Facebook 🙂

3 comentarios

    1. Hola Luisa, disculpa, pero no comprendo muy bien tu duda.
      ¡El artículo es mas un reflexión que una guía práctica con casos concretos!

      Un abrazo,

      Daniel

Los comentarios están cerrados.