A finales del año pasado la Real Academia de la Lengua Española nos sorprendía con sus «novedosas» propuestas de cambios en la ortografía. Así sólo pasaría a dejar de acentuarse excepto en caso de extrema ambigüedad, la «y griega» sería denominada «ye», y guión prescindiría igualmente de la tilde.
No es necesario recordar la polémica que suscitaron dichas afirmaciones. Las páginas Facebook del estilo de «Yo seguiré llamando y griega a la ye» no tardaron en aparecer en nuestros muros. A los que, hay que decírlo, me uní a todas ellas sin vacilar; y nos soy, por así decirlo, un hombre de páginas Facebook). Finalmente, la Real Academia de la Lnegua Española fue concesiva permitiendo que aquellas personas que quisieran seguir utilizando la tilde, lo hiciesen.
Unos meses después del acontecimiento la polémica aun persiste. ¿Dónde? En el día a día. Ahora resulta que usar la tilde es un símbolo de purismo y tradicionalismo. ¡No bromeo! Hace unos días estaba manteniendo una conversación virtual y, en ese conexto, apareció el temido «sólo». La reacción fue la siguiente:
– ¿Por qué le pones tilde a «sólo»?
– Porque la lleva.
– Pero puedes escribirlo sin ella, ¿por qué te molestas?
– Tambiéno escribir «asín» y no lo hago.
Y es que, en los últimos años, palabras como «asín» han comenzado a formar parte de nuestro innovador diccionario ¡comprobadlo! Y es por ello que cada vez resulta más difícil decir que es correcto o no. De hecho, muchas veces temo decir que X uso no es correcto y que lo sea en pocas semanas.
¿Nos encontramos ante un intento de adapatarse a la evolución del lenguaje o estamos propociando la pérdida de la norma? Personalmente, considero que argumentar el cambio bajo la premisa de que «al fin y al cabo van a escribirlo sin tilde» me resulta bastante pobre. En otro tiempos, cuando alguien actuaba de forma incorrecta, se le corregía, no se cambiaba la norma. Pero esto último parece ser algo que ha pasado a la historia junto a la «y griega».
De modo que, aquí solo me encuentro debatiéndome sólo entre el solo y el sólo. Lo que me recuerda que tengo un café (con leche, no solo) esperandome.
Solo o acompañado, soy una de esas persona que se niegan a renunciar a esa pequeña tilde. ¿Y vosotros?
No tenés que ser tan duro, si todo el idioma fuera liso y llano se ajustaría a la mayoría de la población :O
Por mi parte, no veo correcto renunciar al uso de los acentos, puesto que nos indican en que sílaba se ha de hacer incapié al pronunciar. Vale que muchas palabras no los llevan y sabemos cual es la silaba tónica, pero ¿qué pasa con las palabras que se escriben igual y es la tilde la que marca la diferencia de significado.?
¡Renuncio enérgicamente a la negativa de emplear los acentos.!