¿Qué es el Marketing?

Manzana

 

ManzanaMarketing es un término que está en boca de todos actualmente. La expansión y desarrollo de sus técnicas y herramientas ha derivado en la masificación del término.

Encontramos «Ah, eso es marketing» o «Menudo marketing» por doquier. Sin embargo ¿sabemos lo que significa realmente?

La mejor y más completa definición de marketing que he encontrado, es la siguiente de Ivan Thompson:

 

«El marketing es un sistema total de actividades que incluye un conjunto de procesos mediante los cuales, se identifican las necesidades o deseos de los consumidores o clientes para luego satisfacerlos de la mejor manera posible al promover el intercambio de productos y/o servicios de valor con ellos, a cambio de una utilidad o beneficio para la empresa u organización.»

Con esta definición entendemos por tanto que:

El marketing es un conjunto de procesos. Esto implica una variedad de acciones concatenadas que actuan en diferentes direcciones con un mismo objetivo.

Identifica las necesidades de los cliente para satisfacerlos. Y, muchas veces, intenta anticiparse.

A cambio de un beneficio para la empresa. ¡No podría ser de otra manera! Nadie trabaja gratis ¿cierto?

 

Si remarco esto tres puntos es porque considero importante tener en cuenta que, si bien el marketing es un método para generar beneficios, este objetivo no es «a toda costa». Más aún, se consigue a través de la satisfacción del cliente.

El factor de la anticipación describe claramente el «cuidado» que tiene el marketing por el consumidor, y la importancia que da a sus necesidades, preocupaciones y satisfacción. En este contexto surge el debate sobre si el marketing «crea necesidades» o estas ya subyacen en el propio individuo. Mi opinión al respecto es que tenemos, de per se, una «necesidad» de comodidad y reconocimiento y que, cualquier «nueva necesidad», se supedita a estas.

Es también importante remarcar que el marketing es un conjunto de procesos y no una sola acción o proceso. A menudo, relacionamos el marketing con la acción de «convencer»; vamos a lanzar un producto y queremos convencer al mundo de que es bueno.
Tener una visión general de los procesos que engloba el marketing (como es el estudio de mercados) no ayuda a entender que el marketing sigue un extenso proceso previo antes de la creación del producto; para que este sea creado, antes debe de identificarse una necesidad por parte del consumidor y una predisposición a adquirirlo.

Una de las reglas de oro que siempre aplico es que no se puede convencer a alguien de que quiere algo. O, mejor dicho, se puede; sin embargo, tarde o temprano el consumidor se percatará del engaño y dirigirá su frustración hacia nuestro producto o incluso nuestra empresa.

De modo que, para comprender el marketing, debemos entender que el «Plan de Marketing» comprende no sólo al producto, sino un exhaustivo análisis del entorno (en futuros artículos hablaré más extensamente sobre el Plan de Marketing)

Habiendo acotado los rasgos del marketing, hablemos de NOes.

El marketing no es moda, si bien esta puede derivar de un éxito conducido a través del marketing.
El marketing no es publicidad, si bien usa este medio como parte de las herramientas de difusión.
El marketing no pretende mentir al consumidor. Sugestionar, incitar, acercar, pero nunca mentir (¡Ojo! Es la teoría).
El marketing no es una secta, ni está relacionado con la «magia negra». (Esto también es teórico).

Pero, ahora nos preguntamos, ¿de dónde surge la necesidad de todo este proceso?

 

Antecedentes

 

Muchas fuentes afirman que el marketing existe desde el momento en el que sea un intercambio comercial. Sin embargo, habiendo entendido el marketing como un conjunto de procesos, podemos localizarlo en el marketing alrededor de los años 60.

Hasta ese momento el producto del comercio se había basado en una dinámica en la que existía una gran cantidad de usuarios para una muy reducida variedad de productos. El comprador compraba lo que se vendía, y no a la inversa (situación actual). Este «sometimiento» por parte del comprador hacía innecesario el atractivo del producto, su promoción o mejora. La rentabilidad marcaba el ritmo.
En un contexto en el que el tipo de comercio predominante era el «ultramarinos» donde la exposición y el contacto del consumidor con el producto se limitaba al máximo, el marketing no tenía lugar.

A partir de los años 60, con el florecimiento de nuevas necesidades y la proliferación de un mayor número de competidores, surge la necesidad de diferenciación del producto. En ese momento, en ese preciso instante, surge el marketing.

 

El marketing hoy en día

 

Redes SocialesMucho ha llovido desde entonces y, al recordar viejos comerciales televisivos, no nos queda más que reírnos. En medio siglo el marketing se ha desarrollado, ampliando sus horizontes a un espectro global y propagándose como un virus a través de todos los medios. Encontramos marketing detrás de cada lanzamiento, fusión empresarial, cambio de imagen coporativa.

Con la llegada de las redes social y su inesperado impacto sobre la población mundial, el marketing ha encontrado en ella su nueva fuente de oro, haciendo del SEO o el Community Managing algo imprescindible para el buen merchandiser de hoy en día.

En conclusión, entendemos que el marketing es un conjuto de procesos; que busca anticiparse y satisfacer las necesidades del cliente para obtener un beneficio económico; que surge como un medio para diferenciar el producto; que, como cualquier herramienta, puede utilizarse de una manera no ética, sin dejar que esta pase a describirla; que no es la moda o la publicidad son accesorias o derivadas y nunca la totalidad del marketing.

 

7 comentarios

    1. El Marketing es siempre dificil de explicar, pero es importante entender que, aunque sus técnicas evolucionand rápidamente y ahora tiene cabida en casi cualquier lugar, su función es muy concreta.

      ¡Muchas gracias por comentar!

      Daniel

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