El reciente boom de cadenas de spam en Facebook sobre como «conseguir saber quien ha visitado tu perfil metiendo los dedos en un enchufe» o «conseguir el botón -No me gusta- haciendo el pino hacia atrás durante 50km» ha abierto un nuevo y delicado debate en relación a las opciones de esta red social; el botón «No me gusta».
Últimamemente no dejan de llegar artículos a mi RSS hablando de gente que reclama este botón y, en este artículo, me gustarçia ofrecer mi opinión sobre la afamada opción, o la falta de ella.
¿Por qué queremos el botón «No me gusta»?
Condisero que, en primer lugar, es importante plantearse en qué tipo de situaciones vamos a utilizar dicho botón. Esa nueva actualización de la página Facebook de esa compañía telefónica que nos ha cobrado de más; ese comentario desafortunado de nuestro ex sobre su nuevo ligue; o, simplemente, por el placer de hacer ver al mundo que no estamos de acuerdo con su opinión.
De una manera u otra, sentimos la necesidad de dejar claro que no estamos de acuerdo con dicho publicación y queremos sentenciarlo con un claro «No me gusta».
¿Puede «No me gusta» dar a entender que «No te gusta» si «Me gusta» no da a entender que «te gusta»?
Una enrevesada cuestión. El botón de «Me gusta» se ha convertido en algo más que en la afirmación de que algo es de tu agrado, también denota colaboración, o participación, o simplemente afinidad hacia la persona que lo ha publicado. Por tanto, ¿debemos de entender que el botón no me gusta será utilizado de forma proporcionalmente opuesta?
Piensa positivo, nunca negativo.
Personalmente, considero que el hecho de que tan sólo encontremos el botón «Me gusta» no es algo aleatorio, todo lo contrario. Un «Me gusta» nunca dañará a nadie (hay loables excepciones), de hecho, puede servir para propiciar un acercamiento dentro de la red social.
¿Os imaginais estados con una ingente cantidad de «No me gusta»? Definitivamente esto puede crear un sentimiento de rechazo en el usuario, de parte de sus amigos ¡o incluso en la empresa! que, considero, afectará negativamente a su jornada cotidiana. Sin embargo, la ausencia del botón, como suele decirse, no hace daño a nadie.
Sea como fuere, y como podéis ver, yo os ofrezco ambas alternativas en la herramienta de comentario ¡para que nadie pueda quejarse! (usad el de la izquierda 😉 )